A través de la historia los anteojos de sol se han convertido en un complemento fundamental. Este accesorio popularizado por las estrellas de Hollywood y que hoy asociamos con las vacaciones y la playa, ha recorrido una larga trayectoria a través de la historia. Siglos antes de que se utilizaran para crear un estilismo personal, los anteojos de sol tenían funciones prácticas que no eran precisamente bloquear los rayos de sol.
Sus orígenes se remontan a tiempos inmemoriales y existen registros de sus antecedentes en la Roma Antigua aunque comúnmente la invención de los anteojos de sol se atribuye a la civilización China en el siglo XII. Los jueces chinos usaban lentes de cuarzo esfumado para esconder sus expresiones faciales en las cortes. De esta manera los funcionarios podían mantener secreta la evaluación de la evidencia hasta el final del juicio.
En el Siglo XV, el nuevo invento llegó a Italia desde China y se fabricaron allí algunos de los primeros anteojos de sol con aumento. Luego, a mediados del siglo XVIII, el científico y optometrista inglés James Ayscough recomendó el uso de lentes de cristales azules o verdes para corregir ciertos defectos en la visión. Hasta bien entrado el siglo XX los cristales azules estuvieron muy de moda.
En la era moderna, algunos de los primeros modelos oscuros fueron diseñados para proteger la visión de trabajadores ferroviarios y soldadores. Había modelos en los que los vidrios oscuros estaban sujetos por un marco de tela metálica que cubría también los laterales y se usaban sujetándolos con cordones o elásticos. Este tipo de anteojo de sol también era utilizado por picapedreros.
Sin embargo, no fue hasta principios del siglo XX que se comenzó a fabricar este tipo de anteojo en serie. En los años 20, Sam Foster encontró un mercado para este complemento en las playas de la Costa Este de EEUU.
Una década después, Ray Ban y Bausch and Lomb comenzaron a incorporar lentes polarizados a pedido de la Fuerza Aérea de los EEUU, para proteger a sus pilotos de la luminosidad en las altitudes.
La masificación de los anteojos de sol se consolidó en las siguientes décadas. La moda estalló en los años 60, cuando los anteojos de sol se convirtieron en un accesorio de moda y popular, incorporando procesos que nos ayudan a filtrar los rayos UV, tan dañinos para nuestros ojos.
El desarrollo de nuevas tecnologías que beneficien nuestra salud visual y nos acompañen en nuestras actividades diarias está en auge, y sin dudas es un camino que recién comienza.